Miles de indígenas encapuchados, bases de apoyo, simpatizantes y milicianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) salieron de sus comunidades para tomar las calles y las plazas de seis cabeceras municipales de Chiapas para protestar en contra “de todas las guerras capitalistas”. En Altamirano se sumaron pobladores no zapatistas a los rebeldes para sumar sus demandas.
Tras el acuerdo con la convocatoria de los grupos, colectivos, organizaciones y movimientos de la red SLUMIL K´AJXEMK´OP, insurgentes, milicianos, bases de apoyo, simpatizantes, hombres y mujeres rebeldes dejaron sus casas y tomaron las calles de las cabeceras municipales de San Cristóbal de las Casas, Yajalón, Palenque, Ocosingo, Las Margaritas y Altamirano.
Desde la madrugada, los hombres y mujeres dejaron sus viviendas y se pusieron sus capuchas y paliacate rojo al cuello, la mayoría de los varones vestidos de negro, para subirse a los camiones que los trasladaron a estas cabeceras municipales donde formaron largas columnas humanas para marchar con consignas y pancartas en mano.
Dijeron los zapatistas que no sólo marchaba por la embestida de Rusia contra Ucrania sino también por lo que pasa Palestina, el Kurdistán, Siria, el pueblo Mapuche, los pueblos originarios en todo el planeta, y la guerra lanzada contra tantos otros procesos libertarios que son agredidos, perseguidos, asesinados, silenciados, distorsionados.
“Alto a las guerras que sólo traen la desintegración de las familias pobres”, “No a las guerras del capitalismo que asesina y conquista al pueblo de Ucrania por intereses económicos, políticos e ideológicos”, “Nosotros, nosotras zapatistas, que decimos tu dolor es nuestro dolor, llamamos a los pueblos de México y del mundo que lo hagamos en los hechos”, Despertad pueblos de México y del mundo, urge que alcemos la voz y de movilizarnos en apoyar para su sobrevivencia al pueblo de Ucrania y Rusia que luchan, hoy nos necesitan y nos necesitaremos”, son algunas de las consignas leídas por los zapatistas.
Con sus pancartas en manos, los zapatistas recorrieron las principales calles de estas seis cabeceras municipales ante la mirada atónita de miles de habitantes que escuchaban el retumbar de las consignas zapatistas “contra las guerras capitalistas”.
Desde la gran marcha del Silenció del 21 de diciembre del 2012, los zapatistas no realizaban una movilización así fuera de sus comunidades y sus ocho caracoles zapatistas, donde siempre se concentran para sus eventos políticos y militares.
El Altamirano se unen a los rebeldes
La marcha zapatista singular fue la de Altamirano, donde a los miles de rebeldes encapuchados que tomaron las calles se le unieron hombres y mujeres de todos los barrios de la cabecera municipal, quienes además de hacer suya las consignas de los indígenas exigieron al gobierno estatal intervenir para resolver el conflicto que vive ese municipio.
Altamirano vive una situación de conflicto desde el 14 de agosto del año pasado cuando la población local decidió unirse y rebelarse contra un grupo familiar caciquil que por más de 12 años mantuvo el poder político municipal.
Una familia, sus más cercanos colaboradores y una organización social fueron expulsados en agosto del 2021. El ex alcalde Roberto Pinto Kanter intentó dejar en su cargo” de presidente municipal como su sucesora a Gabriela Roque Tipacamú, tras “ganar” unas polémicas elecciones del 6 de junio del año pasado.
Señalaron que sino era él mismo, Pinto Kanter, sus hermanos, sus cuñados, su esposa o la esposa de sus cuñados, eran electos siempre los alcaldes de ese municipio. Y si ganaban las elecciones era por la compra y acarreo de votantes en cada jornada electoral.
Y aunque expulsaron a los caciques políticos, viven una situación de conflictividad, porque un grupo armado de la Alianza de Organizaciones Sociales y Sindicatos de Izquierda (ASSI), mantiene a 37 indígenas que apoyaron el movimiento social para derrocar a la alcaldesa Roque Tipacamú y lograr que el congreso del estado de Chiapas nombrara un concejo municipal que ahora impugna ese grupo armado, dijeron financiado por los caciques expulsados.
En el mitin que realizaron los pobladores de todos los barrios y las autoridades ejidales, luego de que finalizó la marcha y se fueron los zapatistas, reclamaron la intervención del gobernador Rutilio Escandón Cadenas para que liberen a los campesinos. Y acusaron a funcionarios del gobierno estatal de no hacer nada para detener al grupo armado que además, dijeron es financiado por el alcalde del vecino municipio de Las Margaritas, Vladimir Hernández y su padre Antonio Hernández, líderes de la ASSI.
Dijeron que estos dos personas de Las Margaritas eran aliados de la familia caciquil que fue echada del ayuntamiento de Altamirano y que con ello perdieron muchos ingresos que tenían como “organización social”.
Los pobladores mantienen filtros de control o “retenes ciudadanos” en sus principales accesos para saber quien entra a la cabecera municipal pues tienen amenazas de que este grupo armado podría secuestrar a más personas.
Con información de Proceso | Isaín Mandujano
