AP.- El histórico segundo juicio político en contra del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzará este martes y será uno como ningún otro en la historia del país. El expresidente es acusado por la Cámara de Representantes de incitar a la insurrección en el Capitolio de Estados Unidos para tratar de anular las elecciones, lo que los fiscales argumentan como el “más doloroso delito constitucional”.
Con los senadores reunidos, el juicio comenzará hoy con un debate y una votación sobre si es constitucionalmente legítimo procesar a Trump dado que ya no es presidente. Este argumento podría resonar entre los republicanos interesados en votar para absolverlo.
El acuerdo entre el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, y el líder republicano, Mitch McConnell, señala que los argumentos de apertura comenzarán al mediodía del miércoles, con hasta 16 horas por equipo (la parte acusadora y defensora de Trump) para las presentaciones.
Después de eso, habrá horas para deliberaciones, testigos y discusiones finales. Se esperaba una pausa en el juicio político este viernes porque un integrante de la defensa de Trump es judío y quería respetar el Shabat, pero se retiró la solicitud y el juicio puede continuar este fin de semana.
El juicio político presidencial se ha llevado a cabo sólo tres veces, lo que llevó a la absolución de Andrew Johnson, Bill Clinton y Trump, este último el año pasado.
Por lo general, los senadores se sientan en sus escritorios para votar en los juicios políticos, pero la Covid-19 ha provocado cambios incluso a esta tradición.
Bajo estas circunstancias, se les permitirá esparcirse en la “sala de mármol” justo al lado del Senado para mantener el distanciamiento social durante el juicio político. Ahí se mostrarán los procedimientos por televisión, y en las galerías públicas sobre la cámara, según una persona familiarizada con las discusiones.
Se espera que el segundo juicio político contra Trump difiera del largo y complicado asunto de hace un año. En esa ocasión, Trump fue acusado de haber presionado en privado a Ucrania para que desentrañara a Joe Biden, quien lo derrotó en las elecciones presidenciales.
Los abogados de Trump insisten que él no es culpable del único cargo de “incitación a la insurrección”, sus ardientes palabras, señalan, son sólo una forma de hablar, incluso cuando alentó a una multitud a “luchar como el infierno” por su presidencia.
El asedio al Capitolio el 6 de enero sorprendió al mundo cuando los alborotadores irrumpieron en el edificio para tratar de detener la certificación de la victoria del presidente electo Joe Biden.