EFE.-El Tribunal Supremo de Estados Unidos permitió este viernes que un grupo de clínicas que practican abortos continúen en instancias inferiores su desafío a la ley deTexas que prohíbe la mayoría de interrupciones del embarazo después de las seis semanas.
Sin embargo, la máxima instancia judicial permitió que siga en vigor la polémica ley texana mientras continúa esa batalla legal.
La ley de Texas prohíbe el aborto desde las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas, y no contiene excepciones para los casos de incesto o violación.
Un juez federal de Estados Unidos bloqueó temporalmente en octubre la restricción casi total del aborto en Texas, la ley de este tipo más estricta en el país, como resultado de la afrenta legal presentada por la administración del presidente Joe Biden luego de que la Corte Suprema permitiera su entrada en vigor.
La acción del juez federal de distrito, Robert Pitman, en Austin impide que Texas haga cumplir la ley respaldada por los republicanos, que prohíbe a las mujeres abortar después de seis semanas de embarazo, mientras continúa el litigio sobre la legalidad de la medida. El caso es parte de una feroz batalla legal sobre el acceso al aborto en Estados Unidos, en la que numerosos estados buscan imponer restricciones.
Pero incluso con la ley bajo un bloqueo temporal, es posible que los servicios de aborto en Texas no se reanuden instantáneamente porque, sin una decisión legal más permanente, los médicos aún temen ser demandados.
Es probable que los funcionarios de Texas busquen una rápida revocación en la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito, que anteriormente permitió que las restricciones entraran en vigencia.
La ley, firmada por el gobernador republicano Greg Abbott en mayo, prohíbe los abortos una vez que se detecta la actividad cardíaca, que suele ser alrededor de las seis semanas, antes incluso de que algunas mujeres sepan que están embarazadas. Para hacer cumplir la ley, Texas permitió a los ciudadanos presentar demandas contra los médicos “infractores”, y les ha dado derecho a obtener hasta 10 mil dólares en compensación si los denuncian.
La denuncia aceptada hoy a proceso fue presentada por la administración Biden, que ha dicho que las restricciones se promulgaron desafiando la constitución de los Estados Unidos.