Con 121 mil homicidios dolosos y con 13,511 feminicidios llega Andrés Manuel López Obrador a su cuarto año como Presidente de México.
Andrés Manuel López Obrador ha superaron las 120 mil muertes violentas ocurridas durante el sexenio del panista Felipe Calderón Hinojosa, cuando se dio inicio a la guerra contra el narcotráfico, y está a poco más de 34 mil de rebasar la violencia registrada de su antecesor Enrique Peña Nieto.
Los feminicidios han alcanzado un número récord, pues la actual administración suma 13 mil 511 feminicidios, con lo que el promedio diario de muertes violentas de mujeres pasó de 9.4 a 12.2.
Expertas en seguridad y violencia de género advierten que la impunidad, la falta de políticas públicas, las fallas en protocolos y la falta de presupuestos se han convertido en el caldo de cultivo para el incremento de la violencia contra la mujer en esta administración.
Diversos funcionarios, personajes políticos y analistas comentan que el incesante derramamiento de sangre, señal de un gobierno que pierde el control del país, ha sido exacerbado por la estrategia transformadora de seguridad puesta en marcha por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, poco después de asumir el poder, estrategia ha reducido las operaciones de inteligencia y hasta el momento no ha logrado reducir las matanzas.
En semanas recientes la violencia ha seguido sin cesar, algunos cárteles de drogas y grupos delincuenciales embistieron en cuatro estados, disparando contra policías y militares, quemando negocios y vehículos y cerrando caminos y locales, entre esas entidades, Celaya. días después, el hijo del alcalde de Celaya fue asesinado afuera de una farmacia.
La estrategia fallida de “abrazos, no balazos”, ha obligado a que escuelas y universidades cancelen clases en diversas ciudades del país tras la imparable inseguridad.
López Obrador ha minimizado la violencia durante su mandato y responsabiliza a las gestiones anteriores de ese problema.
Al presidente de la República recientemente se le ha acusado políticamente de tener una relación de protección con el crimen organizado. Esto a partir de una ocasión en que quedó grabado cuando saludó a la madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán y por liberar a uno de los hijos de ese narcotraficante, Ovidio Guzmán; también por ofrecer como estrategia una política de “abrazos, no balazos” y por asegurar que a los delincuentes se les respeta porque son humanos.
Pese a que, en promedio cada hora del gobierno del presidente López Obrador han muerto 3.9 personas, no habrá cambio en la estrategia.
Cuatro años de pretextos y mentiras. Prometió contener la violencia y pacificar el país, pero a su cuarto año de gobierno, está apunto de convertirse en el líder del sexenio más violento de la historia moderna de México.
