El pasado 10 de abril se llevó a cabo la consulta popular de Revocación de Mandato del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, como lo etiquetan algunos intelectuales, adversarios y ciudadania, fracasó en dicha consulta, pues solo alcanzó un 18% de participación ciudadana.
En Venezuela, la Revocación de Mandato en el 2004, tuvo un alcance de participación de más del 70%, mientras que en Bolivia en el año 2008, llegó al 83% de participación.
Estos resultados, analistas afirman que desenmascara el desencanto de la sociedad. La corrupción continúa, la impunidad también. El hambre, la inseguridad, el desempleo, la violencia y el crimen organizado continúan en crecimiento, afirman.
Analistas advirtieron que esta consulta quedará marcada por la ilegalidad, la mentira, manipulación y el desvío de recursos públicos, mal precedente para una verdadera consulta popular de revocación de mandato, por lo que el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tienen el deber de evaluar y sancionar las violaciones a la Constitución y las leyes electorales, particularmente en el tiempo de veda electoral, porque la revocación de mandato además fue usada para promover a sus candidatos en los 6 estados con elecciones para gobernador, lo cual puede tipificarse como delito electoral.
El presidente Andrés, no logró obtener los votos necesarios para su Revocación ni el apoyo suficiente del pueblo a comparación del 2018, donde ganó gracias a los 30 millones de mexicanos que votaron por él, mientras que este 10 de abril, solo 14 millones votaron en la consulta.
La realidad es que más de ocho de cada diez mexicanos decidieron no participar en el fraude del pasado 10 de abril. Ocho de cada diez decidieron no avalar la farsa. Se llama abstención activa y es una forma legítima de expresar el rechazo del pueblo ante un gobierno, como lo etiqueta la ciudadania, fallido.
El acarreo, la propaganda ilegal de la consulta, los mítines, los ataques al INE, no lograron conseguir ni el 40% de participación en esta segunda consulta popular, que nuevamente, fracasó.