AP. – El secretario de Defensa, Lloyd Austin, aprobó formalmente una extensión del despliegue de la Guardia Nacional en el Capitolio de Estados Unidos durante unos dos meses más, ya que persisten posibles amenazas de violencia, dijo el martes el Pentágono.
De acuerdo con un comunicado emitido por el departamento, cerca de 2 mil 300 efectivos de la Guardia Nacional seguirán brindando protección en Washington hasta el 23 de mayo, a petición de la Policía del Capitolio. Las autoridades llevaban días debatiendo si satisfacer el pedido de más de 2 mil efectivos, mientras se acercaba del plazo del 12 de marzo para su retirada de Washington.
Actualmente hay alrededor de 5 mil 100 soldados de la Guardia Nacional en la capital, y estaban programados para partir este fin de semana. No está claro si algunos tendrán que quedarse uno o dos días más mientras llegan nuevas tropas. El Pentágono indicó que los oficiales de defensa trabajarán con la Policía del Capitolio para reducir gradualmente el número de guardias necesarios en el ciudad a medida que pasa el tiempo.
La decisión resalta las preocupaciones por la persistente amenaza de violencia en el Capitolio, dos meses después que partidarios del entonces presidente Donald Trumpirrumpieron en el recinto en un asalto que dejó cinco muertos. Las agencias del orden han permanecido en alerta máxima en repuesta a reportes de inteligencia que indican posibles amenazas de grupos armados.
El pedido de extender el despliegue de la Guardia Nacional encontró resistencia la semana pasada, cuando algunos gobernadores expresaron renuencia o se negaron a comprometer a sus soldados a más tiempo en la capital. Ahora parece que habrá más estados dispuestos a proveer tropas para la misión, dijeron funcionarios de Defensa previo al anuncio del Pentágono.
La amenaza más reciente fue vinculada con la teoría de conspiración de ultraderecha promovida por QAnon de que el expresidente Trump nuevamente ascendería al poder el 4 de marzo. Ese día no hubo incidentes, pero las agencias del orden han dicho que persisten las amenazas.
El despliegue de la Guardia Nacional en el Capitolio ha tenido problemas. En los días iniciales, las tropas tuvieron que tomar descansos y pausas para comer en un frío estacionamiento cercano, lo que desató indignación en la administración de Joe Biden. Las autoridades encontraron espacios dentro de los edificios del Congreso para los descansos.
También hubo efectivos que presentaron quejas por la mala comida. El lunes pasado, el vocero del Pentágono, John Kirby, detalló que unos 50 de los 2 mil 600 integrantes de la Guardia Nacional desplegados en la capital fueron atendidos por problemas gastrointestinales.
