Con la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) salió perdiendo México, pues si bien era una obra necesaria deja mucho que desear frente a las necesidades del país, afirmó el coordinador de la bancada panista en el Senado, Julen Rementería del Puerto.
“La narrativa oficial sobre la construcción y puesta en operación del nuevo aeropuerto dista mucho de la realidad que envuelve el icónico proyecto: es una obra que costó más cara de lo estimado, fue construida a las prisas, sin estudios técnicos suficientes y sin accesos carreteros con la Ciudad de México”, indicó.
El líder de las senadoras y los senadores del PAN sostuvo que es bueno que el país cuente con nuevo aeropuerto, pero lamentó que haya tenido sobrecostos en su construcción, que se haya realizado al vapor y que no resolverá de fondo la situación del tráfico aéreo de la Ciudad de México.
“Aunque el presidente y Morena difundan que se trató de una obra barata la realidad es otra, ya que el costo del aeropuerto pasó de 75 mil millones de pesos a 116 mil millones, de acuerdo a datos de la Secretaría de Hacienda”, afirmó el senador por Veracruz.
A estos hay que sumar el costo de la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, estimado por la Auditoría Superior de la Federación en 331 mil 996.5 millones de pesos, 3 veces más de lo proyectado por el Gobierno federal, “aunque ya sabemos que luego de la presión presidencial, el Auditor tuvo que desdecirse”.
“Aún si no hubieran sido esa cantidad por la cancelación, de todas formas, el país salió perdiendo. Se perdió la confianza a la inversión, se dejó en claro que no importa la ciencia o la economía frente a los caprichos”, insistió.
El absurdo más notable que envuelve la puesta en marcha del AIFA es que es un aeropuerto incomunicado, alertó.
Estimó que el problema de la conectividad de este aeropuerto no se avizora que se resolverá en un corto plazo, pues las obras del tren suburbano y del sistema Mexibús, que de acuerdo al Gobierno federal conectarán de forma rápida y segura al nuevo aeropuerto con la Ciudad de México, no han ni siquiera iniciado.
“Alardean que su construcción y operación fue en tiempo récord, poco más de dos años, pero lo cierto es que es los escasos accesos lo han convertido en un aeropuerto controvertido. Llegar al Aeropuerto Felipe Ángeles toma entre 2 y 3 horas, dependiendo de la zona en que se encuentre de la Ciudad de México y del tráfico vial con que se tope”, sostuvo.
Además, dijo, las prisas cobran vidas, pues otro signo de la premura es que en la construcción de los accesos carreteros que los gobiernos de Morena construyen al vapor han muerto 6 trabajadores y otros 22 han resultado heridos.
Rementería del Puerto lamentó también que este aeropuerto no resolverá de fondo en ningún caso el problema para el que fue proyectado, ya que su operación diaria no ayudará a desahogar el tráfico aéreo que registra el Aeropuerto de la Ciudad de México, pues mientras el Aeropuerto Benito Juárez maneja en promedio 850 operaciones diarias, el nuevo aeródromo tendrá 8 operaciones para comunicar sólo a 4 destinos nacionales y a Venezuela.
“Ojalá me equivocara, pero todo indica que este aeropuerto que recién se inaugura no será funcional ni solucionará ningún problema”, finalizó.
