EFE.- El representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Ramón de la Fuente, dijo este martes que sin un mayor control de las armas que entran a México de manera ilícita, como consecuencia del tráfico deliberado o el desvío, no se podrá avanzar en la pacificación de algunas regiones del país.
En el segundo día de trabajos del Primer Coloquio Internacional: La humanidad amenazada, ¿Quién se hace cargo del futuro?, organizado por el Programa Universitario de Gobierno (Pungob), De la Fuente señaló que un tema de interés de México —que ha sido planteado en el Consejo de Seguridad de la ONU— es el tráfico y desvío de armas llamadas pequeñas y ligeras (para distinguirlas de las nucleares, químicas y biológicas).
Recordó que este tema es particularmente difícil de ser tratado en un Consejo de Seguridad, donde los miembros permanentes con derecho a veto son los principales productores de armas.
“La respuesta habitual que dan es que se trata del sector privado. Y así es, en efecto, pero el Estado tolera y permite que eso ocurra”, apuntó.
El canciller Marcelo Ebrard, ha calificado al tráfico de armas que existe en México, en los últimos años, como una pandemia y dijo que es que en materia de seguridad, lo esencial es el control de tráfico de armas hacia el país.
De la Fuente también recordó que el Consejo de Seguridad de la ONU tiene la responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales y su presidencia es rotatoria y cuenta con una agenda.
Y refirió que cuando México ocupó la presidencia del Consejo de Seguridad, se introdujeron tres temas: corrupción, desigualdad y exclusión, como causas subyacentes y catalizadores de conflictos, además de la diplomacia preventiva.
Sobre el conflicto en Ucrania, el representante mexicano expuso que, desde el comienzo, México dejó en claro su vocación pacifista y sus posicionamientos se sustentaron en tres ejes fundamentales: la Constitución de México, el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Y señaló que al recuperar la tradición de México se pensó en lanzar un proyecto de ayuda humanitaria, pero nos volvimos a topar con la amenaza de veto por parte de Rusia; entonces lo presentamos en la Asamblea” y dijo que, aunque no tiene la misma fuerza una resolución de la Asamblea que una del Consejo, fue importante para que comenzara a llegar la ayuda.