Familiares de Dan Josué Rosales, uno de los diez guatemaltecos reportados como desaparecidos desde el 16 de noviembre en Frontera Comalapa, Chiapas, México, albergan la esperanza de verlo regresar.
Esperan con ilusión que los encuentren y los envíen de regreso a Cuyotenango, Suchitepéquez, de donde son originarios.
Hefer Rosales, hermanos de Dan Josué, habló para Noticiero Guatevisión y Prensa Libre y narró los hechos desde la salida hasta la desaparición de los vecinos de Cuyotenango que se dedican a la venta de pollo en ciudades fronterizas con México.
Según Rosales, su hermano y once personas más, salieron el lunes 13 de noviembre de Cuyotenango, Suchitepéquez, rumbo al municipio de Frontera Comalapa, Chiapas.
“Mi hermano le dijo a su mujer que saldrían a vender por la mañana y se comunicarían nuevamente por la noche ya que no tienen números mexicanos por lo que se comunican vía WhatsApp cuando les brindan Wifi en el hospedaje que frecuentaban”, recuerda Rosales.
Agrega que después de tres días de no tener noticias de ellos se comunicaron con la persona que los hospedaba, quien les relató que lo último que le dijeron fue que venderían en la ruta a Pacayal, que comparte frontera con Guatemala.
Esa misma persona les dijo que el Pacayal tiene poblaciones de ambas naciones, pero es del lado “mexicano que se ha reportado violencia relacionada con cárteles del narcotráfico que se disputan el territorio para el trasiego de drogas y armas.
“También nos informó que de los 12 guatemaltecos que hospedaba, solo dos habían regresado a dormir”, recordó.
“Teníamos la fe puesta en Dios y la esperanza de que algo bueno iba a suceder y estuvimos esperando días para poder hacer la denuncia formalmente”, indica Rosales.
Por esa razón, opina, “viajamos con mi padre directamente a Tapachula, Chiapas, a la Fiscalía de Migrantes para presentar la denuncia por la desaparición, mientras que las familias del resto de muchachos presentaron una denuncia en la PNC y el Ministerio Público”.
“Nosotros decidimos ir de una vez a Tapachula, Chiapas, ya que desaparecieron en ese país por lo que las autoridades podrían tener más información”, expresa el hermano de Dan Josué.
Añadió que empezaron a indagar en páginas de Facebook de la zona de Comalapa, Chamic y Comitán, para que nos ayudaran a difundir información y nuestros contactos para recibir información.
Sin embargo, esto más que ayudarlos les causó problemas porque empezaron a llamarlos de varios números y les indicaban que tenían secuestrados a sus familiares y les exigían hasta un millón de pesos mexicanos por liberar a ocho personas que tenían retenidas.
“Nos decían que a otros dos los habían matado porque transportaba objetos ilegales. Pero al pedir pruebas nos enviaron fotografías editadas de nuestros familiares y pidieron que depositáramos la mitad del dinero y luego enviarían pruebas de vida, sin embargo, dejaron de llamar al ser descubiertos”, recordó.
Mientras que Débora Rosales, también hermana de Dan Josué, confirmó que ya han presentado las denuncias en Chiapas, sin embargo, hasta el momento no han tenido noticias sobre sus familiares.
Expresó que su hermano y algunas de las personas que le acompañan tienen más de cinco años de dedicarse a la venta de pollos en esa frontera, no obstante, no cuentan con papeles mexicanos por lo que albergan la esperanza que estén detenidos en alguna cárcel como migrantes.
La hermana también relató que Dan Josué antes de montar su propia empresa trabajó con su suegro, por lo que no era primera ocasión que visitaban esos pueblos mexicanos para vender.
A pesar de los esfuerzos que han hecho hasta ahora todavía no logran información y tampoco del camión en que viajaban. No ha sido reportado como localizado por alguna autoridad.
De las doce personas reportadas desaparecidas inicialmente dos regresaron a Cuyotenango el pasado lunes, según confirmaron autoridades de la PNC y el MP.
Con información de: Raúl Barreno Castillo Y Marvin Túnchez