AP.- La Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó el viernes una resolución que declara que las elecciones presidenciales del 7 de noviembre en Nicaragua “no fueron libres, justas o transparentes y carecen de legitimidad democrática”.
La resolución fue aprobada al final de la 51 Asamblea General de la OEA, que fue celebrada de forma virtual desde el miércoles. Veinticinco países de la organización votaron a favor de la resolución, y siete, entre ellos Honduras y México, se abstuvieron. Nicaragua votó en contra.
Luz Elena Baños, representante permanente de México ante la OEA, aseguró durante su intervención que “ha sido posición constante de México no apoyar decisión alguna en el seno de la OEA que este encaminada a aislar, intervenir o imponer un tipo de sanción a un Estado miembro, pues ello está fuera de la competencia de la OEA”.
En ese sentido, dijo que sólo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas goza de tales atribuciones, siempre y cuando una determinada situación ponga en peligro la paz y la seguridad internacional.
Además, refirió que gobierno mexicano ha llamado a consultas a su embajador en Nicaragua, Gustavo Alonso Cabrera, como una respuestas las preocupaciones que tiene México en torno al proceso electoral que acaba de suceder en el país centroamericano.
“Mi país ha externado al gobierno de Nicaragua nuestras preocupaciones sobre el proceso político llevado a cabo el pasado 7 de noviembre, especialmente en lo que corresponde a la libertad de expresión y la participación política de su ciudadanía”, dijo Baños.
La resolución final de la OEA pide instruir al Consejo Permanente de este organismo que analice la situación que vive el país centroamericano, realice un informe antes del 30 de noviembre y entonces se tomen “acciones apropiadas”.
El pasado domingo, Nicaragua celebró elecciones presidenciales en las que se reeligió por tercera vez consecutiva a Daniel Ortega. Fueron criticadas internacionalmente por la falta de oposición real y el encarcelamiento de siete aspirantes a la presidencia.
Algunos países de la OEA como Estados Unidos han mencionado recientemente considerar “consecuencias concretas” para Nicaragua por “abandonar” la democracia.
El artículo 21 de la Carta Democrática, por ejemplo, dice que el organismo puede considerar la suspensión de un Estado miembro. El artículo 20 de la carta dice a su vez que en caso de grave “alteración” de la democracia se faculta al secretario general o cualquier país miembro a convocar inmediatamente un Consejo Permanente para evaluar la situación.
Michael René Campbell, un representante de Nicaragua ante la OEA, dijo antes del voto del viernes que el pueblo nicaragüense expresó su libre voluntad en una elecciones pacificas, que describió como “una de las tareas más hermosas que ha emprendido (Nicaragua) en los últimos años”.
“La OEA no es nuestro Consejo Supremo Electoral. La OEA no tiene la autoridad para constituir nuestra junta receptora de votos. Los funcionarios de la OEA no son ni deben ser fiscales de partidos políticos. La OEA no es árbitro o auditor del proceso electoral. Cada pueblo establece estas autoridades a través de sus leyes,” comentó Campbell.
La resolución del viernes también dice que Nicaragua ignoró o rechazó las recomendaciones que la OEA hace desde hace tiempo para “promover la democracia representativa y la protección de los derechos humanos”. El documento también dice que las instituciones democráticas en Nicaragua han sido dañadas por el gobierno nicaragüense y pide la liberación de presos políticos.
Estados Unidos aseguró el martes que Nicaragua ha dejado de ser una democracia y es ahora una dictadura, en la aseveración más fuerte que ha hecho hasta este momento el gobierno del presidente Joe Biden para referirse a la administración de Ortega.
La OEA ha celebrado su Asamblea General de forma virtual, con Guatemala como país anfitrión. El foro, en el que participan delegaciones de más de 30 países, se extiende hasta el viernes por la noche bajo el lema “Por una América renovada”.