EFE.- Una nueva caravana de aproximadamente 200 migrantes venezolanos salió este miércolesdesde las oficinas de regularización del Instituto Nacional de Migración (INM), en el estado deChiapas, debido a la saturación que existe para tramitar permisos temporales.
Los migrantes caminaron este mediodía bajo temperaturas superiores a los 30 grados y marcharon 50 kilómetros en unas 16 horas desde Tapachula, en la frontera con Guatemala, hasta el municipio de Huixtla, en el mismo estado de Chiapas.
Este grupo de personas, al igual que otras caravanas, tiene el objetivo de llegar a la aduana de Huixtla, donde otros migrantes han tramitado susFormas Migratorias Múltiples (FMM), que les permiten transitar con libertad por 30 días en territorio nacional.
Yerme Cordero, migrante de Venezuela, dijo a Efe que el proceso migratorio en las oficinas de regularización es lento y se aglomeran miles de personas.
“No hay otra alternativa que salir caminando, hay unos que tienen siete días esperando, otros que cuatro y no sabemos cuántos más se puede uno tardar”, afirmó.
Los migrantes consideran que estar en Tapachulaes tiempo y dinero gastado, por lo que su intención es obtener documentación que permita llegar hasta la frontera de México con Estados Unidos.
Otro migrante de Venezuela, Joan Castillo, sostuvo que se dirigen caminando a una segunda oficina de Migración donde se tiene poca afluencia de personas y es más fácil la expedición de los documentos temporales.
La caravana sale mientras el presidente, Andrés Manuel López Obrador, viajó a Washingtonpara pedir al mandatario estadounidense, Joe Biden, más visas temporales para migrantes, inversión para el desarrollo en Centroamérica y acelerar la reforma migratoria.
La región vive un flujo migratorio récord haciaEstados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha detectado a cerca de 1.4 millones de indocumentados en lo que va del año fiscal 2022, que inició en octubre pasado.
Además, México recibió un récord de más de 58 mil solicitudes de refugio en la primera mitad de 2022, un incremento anual de casi 15%, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) del Gobierno.