EFE.- Indígenas purépechas han retenido una veintena de vehículos e incendiado uno como parte de sus protestas por el asesinato de 11 indígenas, seis de ellos menores de edad, ocurrido el lunes en Michoacán, informaron este miércoles autoridades estatales.
Las 11 personas fueron asesinadas la noche del 1 de noviembre por un presunto comando armado del narcotráfico, cuando recolectaban miel de abeja en una zona boscosa de un predio de la comunidad de Tarecuato, del municipio de Tangamandapio, como parte de una ancestral tradición para realizar ofrendas durante el Día de Muertos.
El gobernador del estado de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, reveló que el lugar donde ocurrió el múltiple crimen es una zona en disputa por grupos de narcotraficantes al menos desde junio pasado.
“La Fiscalía sigue diversas líneas de investigación y una de ellas es que las víctimas, originarias de Tarecuato, se internaron en un territorio con presencia de células delictivas y fueron atacadas a mansalva. Sabemos que esta zona de Tarecuato es una zona que se disputan grupos criminales desde hace tiempo”, dijo el mandatario estatal.
El Fiscal estatal, Adrián López Solís, dijo que ninguna de las 11 víctimas contaba con antecedentes penales y todas trabajaban como cortadores de aguacate.
“Es una zona donde hay un camino que se usa de manera alterna -camino rural- y aparentemente los grupos delincuenciales lo ocupan para hacer sus movimientos, en virtud de la disputa que existe en el control de los territorios”, agregó el fiscal.
Los pobladores de Tarecuato sepultaron este miércoles a las once víctimas en el panteón del poblado, donde familiares y amigos se apostaron sobre la carretera que une esa comunidad con la población de Los Ucares, donde han retenido de forma violenta una veintena de vehículos de carga, de los cuales incendiaron uno.