El gobernador del estado de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, celebró el grito de independencia desde Tuxtla Gutiérrez con música y juegos artificiales en un contexto social crítico en la entidad, asfixiado en la violencia.
En 12 municipios no tuvieron celebraciones patrias debido a la inseguridad y el clima de violencia que genera la delincuencia organizada.
En Altamirano, Frontera Comalapa, Amatenango de la Frontera, Motozintla, El Porvenir, Siltepec y Honduras de la Sierra, las autoridades decidieron no realizar los festejos patrios debido a las constantes quemas de vehículos, bloqueos, cobro de piso y asesinatos.
Solamente el pasado 7 de septiembre, un grupo armado secuestró a la maestra Berni Flor Mejía Velázquez directamente del Colegio Bachilleres de Chiapas (Cobach) 216, donde impartía clases. Cinco días más tarde, su cuerpo fue encontrado en el tramo carretero de Motozintla-Frontera Comalapa.
En el municipio de Motozintla se cumplieron 72 horas del paro de labores de unidades del transporte público en protesta por la grave inseguridad, extorsiones y hechos violentos en la zona de la Montaña.
Desde el 2018, cuando el morenista Escandón Cadenas tomó protesta, este estado ha sido lugar de enfrentamientos, asesinatos y desapariciones, sin contar los miles de desplazados que han dejado los conflictos.
La violencia de los últimos meses ha provocado que cerca de 3 mil personas abandonen sus comunidades; asimismo, distintas organizaciones denunciaron que el número de desaparecidos aumentó con el pasar de los años, en 2020 se reportaron 119 casos, en 2021 subió a 224 y hasta junio de este año a 339.
Por si eso fura poco, las carpetas de investigación abiertas por narcomenudeo se duplicaron en el periodo de 2019 a 2022, pasando de 852 a mil 893. A estas se suman las denuncias por corrupción en la que están envueltas autoridades con el crimen organizado.
De acuerdo a los pobladores, aún con los casos que se denuncian, el Gobierno de Chiapas sigue sin reconocer la violencia o intentar hacer algo al respecto.
