Williams Ochoa Gallegos, aspirante a candidato al Senado por los partidos PRI, PAN y PRD en Chiapas, denunció de forma pública que, un día antes de la persecución que sufrió el pasado viernes por parte de “motosicarios” y dos camionetas con hombres armados, recibió amenazas de muerte por parte del alcalde con licencia de Villa Las Rosas, municipio de Chiapas.
En conferencia de prensa, recordó que este martes se cumplirán tres semanas de que pidió el protocolo de seguridad a la consejera presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei Zavala, y a la Guardia Nacional, debido a que ha recibido una serie de amenazas y advertencias a lo largo de su caminar por el territorio chiapaneco.
Recordó que ese pasado jueves 22 de febrero, la amenaza se la comunicó el presidente estatal perredista y otros compañeros panistas, “que el presidente municipal de Villa Las Rosas, Antonio Orantes, y grupos delictivos de la zona, no me permitirían efectuar un evento” ante simpatizantes y militantes.
Pese a que solicitó a la GN y a las autoridades de gobierno estatal que le brindaran protección, lamentó que ese acompañamiento no fue posible, “porque me dijeron que aún no iniciaban las campañas, y que no estaba el diagnóstico de la Guardia Nacional…. ¿Diagnóstico, amigos y amigas? Se sabe que está ‘sobre diagnosticado’ que Chiapas es un de los estados con más violencia del país”.
Lo más lamentable, agregó, es que ni durante el encuentro con más de mil personas en Villa Las Rosas hubo presencia policiaca, y al salir de ese encuentro, advirtió que alrededor de 30 personas armadas “me dijeron que tenían indicaciones de llevarme con los que mandaban; les respondí que sólo recibía indicaciones de Dios, y me subí a mi camioneta con la síndica Victoria (de Villa Las Rosas)”.
Cuando se dirigía hacia el municipio de Teopisca, donde intentó pasar a desayunar a un restaurante de nombre “Juquilita”, su equipo de medios y comunicación social le reportó que varias motos los perseguían. Asimismo, contó que él ingresó al negocio para comer, cuando de pronto un comando, integrado por 12 personas con armas largas, en dos camionetas y cuatro motocicletas, pero, al vernos, se retiraron por la parte trasera del restaurante.
Una vez que eso ocurrió, mencionó que decidieron salir también para no exponer a otras familias que degustaban sus alimentos. De hecho, la intención era refugiarse lo antes posible en la comunidad Betania, también de Teopisca; “nos persiguieron de 3 a 5 minutos, lo que se da cuenta en redes sociales; no sé si estoy muy molesto, muy nervioso, porque confié en las autoridades, confié en su palabra”.
Preocupado por la situación de violencia que se vive en todo el país y previo al arranque de las campañas electorales, advirtió que lo más seguro es que el crimen organizado tendrá injerencia en ese proceso, lo que pone en riesgo a cientos de aspirantes a un puesto de elección popular en Chiapas y en todo el territorio nacional.
