EFE.- El gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, pareció desmoronarse este lunes con las salidas de los titulares de Exteriores y de Defensa, apenas días después de que fuera reemplazado el titular de Salud en plena pandemia por la Covid-19.
La dimisión del canciller Ernesto Araújo ha sido confirmada por fuentes oficiales pero no por Bolsonaro, quien todavía no se ha pronunciado sobre el asunto ni aclarado si la aceptará o no; pero cuando aún este tema se discutía, llegó la noticia de la salida del general Fernando Azevedo e Silva del Ministerio de Defensa.
El militar lo anunció en una nota oficial, en la cual no aclaró si era renuncia o destitución, pero en la que subrayó su “lealtad” con Bolsonaro mientras estuvo en el cargo, período en el que dijo haber “preservado a las Fuerzas Armadas como instituciones del Estado”.
Tanto Araújo como Azevedo e Silva entraron al gobierno junto con Bolsonaro, el 1 de enero de 2019, el primero como un diplomático muy identificado con la ultraderecha del gobernante y el segundo con unas Fuerzas Armadas más institucionales y ajenas a las ideologías.
Ambas bajas en el Gobierno siguen a la sustitución, el pasado día 22, del general Eduardo Pazuello como ministro de Salud, sustituido por el cardiólogo Marcelo Queiroga en medio de una aceleración de la crisis sanitaria causada por la Covid-19, que ya ha matado a más de 312 mil personas en el país.
En el caso de Pazuello, el tercer ministro de Salud que tuvo el Gobierno de Bolsonaro desde la irrupción de la pandemia en el país, en febrero del año pasado, su salida fue producto de unas fuertes presiones de la derecha más moderada, crítica de su errática gestión de la crisis sanitaria, que hasta está bajo investigación judicial.
Las razones para la salida de Araújo son similares, mientras que el caso del general Azevedo e Silva no está claro y su salida del Gobierno está cercada de misterio, al punto de que no se confirma si dimitió o le fue exigida la renuncia.