a construcción de un Estado auténticamente democrático supone un poder regulado, dividido y vigilado como la única forma de coexistencia pacífica de la pluralidad que prevalece, aseguró José Woldenberg.
Al impartir la conferencia magistral “El voto y las instituciones”, en el marco de la Cátedra Francisco I. Madero, el investigador y ex presidente del IFE recordó que la democracia es un régimen de gobierno que, como toda construcción humana, puede desaparecer.
Por ello, manifestó su preocupación ante los “fuertes vientos contrarios a la convivencia democrática que se expresan en la sociedad mexicana y que ponen en riesgo lo mucho o poco que se construyó por parte de muchas generaciones de mexicanos”.
Acompañado por el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, Woldenberg rememoró las reformas que se impulsaron a lo largo de 50 años para lograr la transición y la pluralidad en los distintos espacios de gobierno, las cuales estuvieron acompañas de la construcción de órganos autónomos ante la evidente incapacidad del gobierno para cumplir todas las funciones.
“El Estado que surgió de la transición es más sofisticado, más complejo, va más allá de la vieja idea de la división de poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial; tenemos un Estado más sofisticado, más robusto y más complejo. No estamos en los tiempos en los que la justicia la impartía un hombre justo y sabio, sino que se hace por la vía que fija el derecho, pues de lo contrario lo que tenemos es venganza”, sentenció.
No obstante, alertó que esta parte de la democracia, más allá de los procesos electorales, no está siendo valorada y consideró fundamental defender lo mucho que se ha construido y que permite la coexistencia pacífica de nuestra diversidad, ya que desaparecer a las instituciones implicaría un retroceso, aunque reconoció la necesidad de mejorar aquello que presenta alguna deficiencia.
“No hay posibilidades de actos refundadores, es un país que tiene historia y que ha construido mucho y lo debemos saber apreciar, por ejemplo, en materia educativa tenemos prácticamente una cobertura al 100 por ciento aunque tenemos que reconocer que esto no ha permitido mejorar la calidad de la educación que se imparte, pero no por ello debemos desmantelar escuelas”, indicó.
Finalmente, Woldenberg confió en que ante el evidente malestar social que prevalece, la sociedad mexicana sea capaz de atender aquellos problemas que inciden en la valoración negativa de la democracia, porque pueden llevar a explotar las peores pulsiones que hay en el género humano.
Las elecciones son la oportunidad para demostrar la importancia del diálogo y la civilidad
El Consejero Presidente, Lorenzo Córdova, aseguró que a pesar de los retos que enfrentan la democracia y las elecciones, también es una oportunidad de volver a mostrar la importancia fundamental de los comicios, el voto, el diálogo y la civilidad, para la convivencia democrática.
“Tenemos que pensar en el día después porque si bien se vale elevar las apuestas, no podemos romper lo que nos va permitir la convivencia pacífica y civilizada después de las elecciones”, refirió.
Agregó que este acuerdo es fundamental para poder atender y resolver los grandes problemas que aquejan a la sociedad, pero sobre todo porque la apuesta histórica que México ha hecho por la democracia se puede agotar.
“La polarización en la convivencia democrática cotidiana, el debilitamiento de los pesos y contrapesos o las dificultades para ejercer libremente la deliberación pública de ideas y puntos de vista, deben hacernos volver la mirada al voto y las elecciones con una nueva perspectiva”, puntualizó.
Concluyó que, a pesar de la crispación, de la polarización y de los desafíos que se enfrentan, ya se cuenta con el 95 por ciento de las y los ciudadanos que se necesitan para integrar las casillas que se instalarán el próximo 6 de junio.
Córdova Vianello abundó que las cifras que hoy se tienen para este proceso, incluso en medio de una pandemia, son mejores que las de 2018, lo que muestra una respuesta clara de quiénes serán los que tengan que defender la democracia.
“Nos toca a todas y a todos defender lo que ha sido una construcción, una ardua construcción colectiva”, finalizó.