Una investigación de la organización International Crisis Group (ICG) advierte que con la eventual disolución de la alianza que organizaciones criminales en Michoacán pactaron para disputar el control del estado al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se avecina una nueva escalada de la violencia.
De acuerdo con el trabajo del ICG titulado “En la primera línea de la Tierra Caliente: el conflicto incesante de México”, son por lo menos catorce las organizaciones armadas ilegales las que se disputan entre ellas el poder, la influencia política y el control territorial en Michoacán, mismas que se prevé que tan pronto logren expulsar al CJNG de la entidad su coalición, a la que se conoce como Carteles Unidos, termine.
El International Crisis Group es una organización no gubernamental, fundada en 1995, dirigida a la resolución y prevención de conflictos armados internacionales.
“Los miembros de estos grupos se ve que todos tienen claro que el pacto surgió meramente por una necesidad ineludible, y ninguno abriga la menor esperanza de que la coalición sobreviva si la ofensiva del Cartel Jalisco desaparece”, se lee en el texto firmado por Falko Ernst, analistas del ICG.
“Hay cosas que no se pueden olvidar… o superar”, dijo el comandante de los Caballeros Templarios a Ernst en entrevista, para señalar que los conflictos entre los grupos criminales siguen vigentes pese al pacto.
Estas organizaciones criminales se habrían aliado ante la amenaza común que representaba el CJNG, cuando antes se habían estado disputado entre ellas el territorio ante la caída en 2014 de la hegemonía que ejercía el grupo de los Caballeros Templarios en Michoacán, que fue combatido por la alianza entre las fuerzas federales de seguridad y las autodefensas en el estado.
La investigación señala que las principales fuentes de subsistencia de estos grupos del crimen organizado son las extorsiones a los productores de aguacate y limón, así como a las minas en el estado, y también el control del Puerto Lázaro Cárdenas, clave para la importación de sustancias ilícitas.
El trabajo del ICG señala también que los operativos de seguridad del actual gobierno federal en Michoacán para combatir las violencia en el estado han permitido los grupos criminales locales reagruparse y fortalecer su control sobre los territorios locales, por lo cual los ven como “refuerzos” y no como enemigos.
“Las supuestas afinidades estratégicas del gobierno federal con ciertos grupos (cosa que el gobierno niega, pues ha declarado oficialmente que la corrupción y la colusión son cosa del pasado) les ha permitido a muchos grupos armados de Michoacán gozar de una calma que no se vivía en años. Se les ha permitido reagruparse y fortalecer su control sobre los territorios locales”, dice Ernst.
Con información de Latinus | International Crisis Group (ICG)