Una de las promesas más esperadas del gobierno de la cuarta transformación era combatir la corrupción, pero a cuatro años de asumir el poder, diversos escándalos han desenmascarado la realidad de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
López Obrador ha defendido a capa y espada a todos los involucrados en un escándalo de corrupción de sus allegados, uno de los casos fue el del director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, de quien en 2019 se dio a conocer que ocultó 23 residencias y 13 empresas con valor de más de 42 millones de pesos; es decir, nunca las dio a conocer en su declaración patrimonial.
La ex titular de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, también estuvo relacionada a un caso parecido al de Bartlett. Medios de comunicación documentaron que la política y su pareja, John Ackerman, poseen seis propiedades.
Estas propiedades fueron adquiridas a lo largo de nueve años, cuando ambos se desempeñaban como académicos en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y fueron pagadas de contado; además, el costo total asciende hasta 60 millones de pesos, cinco veces más de lo que aparecía en la declaración patrimonial de Sandoval.
Otro escándalo fue de Zoé Robledo, quien según medios de comunicación otorgó contratos desde el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a empresas de su hermano. 
Otro más en el sexenio de la administración que combatirá la corrupción, es dentro de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), dependencia que ha dado de qué hablar y que es investigada por la Función Pública, pues funcionarios de este organismo han sido señalados de enriquecimiento ilícito, entrega indebida de apoyos económicos a deportistas y entrenadores, asignación de recursos sin comprobantes y, además, hay en proceso auditorías de contratos a prestadores de servicios porque hay dudas sobre ellos.
La corrupción de Andrés ha llegado hasta en su familia. Un caso que indignó a la sociedad mexicana, es el de sus hermanos, Pío y Martín López Obrador, a quien se les vio en un video recibiendo dinero de manos de David León, quien fungió al inicio del sexenio como coordinador nacional de Protección Civil.
En la mayoría de los casos, López Obrador defendió a los acusados y hasta dijo que se trata de complots y ataques políticos contra sus funcionarios o familiares.
Cuatro años de mentiras y pretextos, el opositor mexicano prometió “limpiar” al país de corrupción, pues aseguró que él y su gobierno serían diferentes a otros mandatarios y administraciones, pero la realidad supera la ficción.
