“Estamos devastados […] La reina Isabel II era la roca sobre la que se construyó una moderna Gran Bretaña”, declaró la primera ministra de Reino Unido, Liz Truss.
La tarde de este jueves 8 de septiembre, murió la Reina Isabel II a los 96 años, quien ocupó el trono británico desde 1952.
La reina, quien se encontraba en el castillo de Balmoral, en Escocia, había empeorado desde principios de esta semana, de acuerdo con sus doctores, quienes se mostraban “preocupados” por la salud de Isabel II.
La monarca venía de cumplir 96 años en abril y arrastraba “problemas de movilidad” desde hace tiempo, por lo que cada vez era más recurrente que cancelara su asistencia a eventos de la realeza o internacionales.
Previo a darse a conocer la noticia sobre su fallecimiento, las residencias oficiales del príncipe Carlos y su hijo, el duque de Cambridge, habían dado a conocer que viajaron al castillo de Balmoral para acompañar a la reina, por lo que pudo despedirse acompañada del linaje real.
Guillermo de Cambridge ya había comenzado a asumir más compromisos oficiales para ayudar a su abuela debido a su avanzada edad, así como también Carlos, quien ahora pasará a ser el sucesor oficial del trono tras la muerte de su madre.
La muerte de la longeva monarca llega un año después de la muerte de su marido, Felipe de Edimburgo, quien falleció en abril de 2021. La última labor de Isabel II en su cargo, fue aceptar la dimisión del primer ministro, Boris Johnson, y recibir como nueva primera ministra a Liz Truss, a quien le encomendó formar una nueva administración al frente del Reino Unido.
Liz Truss, agregó en un mensaje para todo el mundo: “Con el paso de la segunda era isabelina, entramos sin duda en una nueva era dentro de la magnífica historia de nuestro país. Exactamente como la reina hubiese deseado, diciendo las palabras: Dios salve al rey”