La masacre del sábado pasado en una comunidad del puerto turístico de Ensenada, en Baja California, en donde 10 personas fueron acribilladas con armas de fuego y otras 10 resultaron lesionadas, encendió las alarmas en esta región por su grado de violencia.
Este lunes, empresarios, fuerzas de seguridad y los propios ciudadanos y pidieron a las autoridades federales y estatales garantizar la seguridad y que se esclarezcan estos hechos que han consternado a la población.
La tarde del sábado pasado, mientras se llevaba a cabo la quinta edición del denominado “Cachanillazo”, un evento de carreras con vehículos todoterreno, un grupo de personas fuertemente armada atacó a balazos a las personas que participaban en este evento.
El presidente del Consejo Ciudadano del estado de Baja California, Roberto Quijano Sosa, declaró a medios que ante la violencia imparable es tiempo de aceptar que la estrategia en materia de seguridad no está funcionando y exigió a las autoridades a dar resultados sobre la imperante violencia en el estado.
“Vivir con miedo de ser la próxima víctima no es una opción. Exigimos a nuestras autoridades una verdadera y efectiva coordinación más allá del discurso para dar los resultados que necesitamos; requerimos una disminución real de la incidencia delictiva y cero impunidad ante los hechos violentos registrados”, recalcó.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco Servytur) Tijuana, Julián Palombo Saucedo, resaltó que esa violencia no solamente pone en alerta roja a la ciudadanía, sino también a los más de 60 mil negocios representados por dicha cámara.