EFE.- La represión contra las protestas de Birmania se recrudeció este sábado en Mandalay, la segunda ciudad del país, donde al menos dos manifestantes murieron por disparos de bala de la policía durante una manifestación contra el golpe de Estado de los militares. El viernes, una joven murió tras pasar 10 días hospitalizada en Rangún.
Según indicaron a Efe testigos, el primer fallecido en Mandalay es un joven que fue alcanzado en la cabeza, y su cuerpo yacía en el suelo, inerte, sobre un charco de sangre, mientras que el segundo murió de un disparo en el estómago.
Ambos habían acudido en apoyo de los trabajadores de astilleros en huelga por unirse al movimiento de protesta y a los que las autoridades querían forzar a trabajar.
Ambos decesos fueron certificados por servicios médicos, según relataron a Efe los testigos, que precisaron que al menos otras seis personas resultaron heridas por balazos en los incidentes y otras diez fueron arrestadas.
Los testigos afirmaron que la policía reprimió la protesta con munición real y balas de goma, bombas de gas lacrimógeno y con proyectiles metálicos fabricados con tornillos y lanzados con tirachinas.
“Es como una zona de guerra”, dijeron.
En las redes sociales circulan imágenes y vídeos, publicados por testigos, de las víctimas, de casquetes de balas recogidos por los manifestantes y de ambulancias con marcas de bala por supuestos disparos de las fuerzas del orden.
Con estas dos muertes son ya tres los fallecidos por la represión policial contra losmanifestantes que en las últimas semanas han tomado las calles de las principales ciudades para protestar contra la toma de poder por los militares.