La Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) vive desde hace meses una crisis interna tras la salida de su ex rector, Rodolfo Calvo, señalado por los propios académicos, catedráticos y sindicato de corrupción, pero el actual rector, Juan José Solórzano Marcial, señalan que ha perdido el control en el plano académico y administrativo al no resolver las demandas por parte de todo el personal que integra la Universidad, acusan falta de pago, ineptitud e indiferencia.
Los miembros del Sindicato del Personal Académico de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (SPAUNICACH) han denunciado la sistemática y flagrante violación de sus derechos laborales, sociales y humanos y el enorme desvío de recursos, llevando a la UNICACH a un adeudo con diversos acreedores de alrededor de Mil Millones de pesos.
Esta situación se ha agravado en medio de la extraordinaria crisis epidemiológica iniciada desde finales del 2019, acumulándose indecorosamente los impagos al IMSS, el SAT, las AFORE, el INFONAVIT, a diversos acreedores privados y, entre otros, a sus Cajas de Ahorro y Pagos de Marcha a pesar de los descuentos periódicos de rigor operados en sus percepciones salariales, demanda el Sindicato.
Afirman que estas situaciones violan los derechos fundamentales de los trabajadores, así como el Contrato Colectivo de Trabajo, que repercuten en sus precarias condiciones de trabajo y vida y, lo que es más perverso, agregan, es que constituyen un delito y un problema ético sin precedentes al faltar a la responsabilidad social de la institución de contribuir al fortalecimiento de la capacidad de respuesta de instituciones gubernamentales como el IMSS en momentos de una contingencia sanitaria sin precedentes, así como desproteger a los trabajadores del derecho a la salud y a una jubilación digna.
Por otra parte, la SPAUNICACH, agrega que el incumpliendo de los pagos al INFONAVIT ha bloqueado la apertura de créditos para compañeros que necesitan con urgencia una vivienda y para los que ya la tienen ha significado un endeudamiento gravoso que está poniendo en peligro la estabilidad de sus familias y el deterioro de sus historiales crediticios.
El pasado 14 de junio del 2021, el Sindicato del Personal Académico de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, ante el incumplimiento por parte de las autoridades de la Universidad de los procedimientos de revisión de las plantillas establecidos en los estatutos de la UNICACH y a la cláusula 33 del Contrato Colectivo de Trabajo 2020 – 2022, la asamblea del Sindicato, tomó la decisión de irse a paro definido hasta que las autoridades cumplan con dichos procedimientos.
Esta acción detiene por completo la captura de calificaciones y cierre de semestre a las y los alumnos de dicha institución, cerrando las vías de gestión para los servicios sociales, graduaciones y otros programas escolares, los miembros del Sindicato afirman que se realizará y retomará en cuanto tengan solución a lo planteado, precisando que el Sindicato mantiene su postura de respeto y se encuentra abierto al diálogo para la conciliación y solución a esta problemática.
El Sindicato ha realizado lo pertinente enviando un oficio a Juan José Solórzano Marcial, Rector de la Universidad, y están en espera de respuesta a la solicitud. Afirman que la solución a su problemas está en manos de la Universidad, siempre pidiendo respeto a la vida académica y laboral.
La desesperación del Sindicato así como el frente Unicachense en defensa de la autonomía de la Universidad, ha llegado hasta las oficinas del Palacio de Gobierno de Chiapas, dirigido al Gobernador, Rutilio Escandón Cadenas, pidiendo intervención del mismo para un resolución pronta a sus demandas ante la ineptitud e indiferencia del Rector, Juan José Solorzano Marcial.
Ante este paro de actividades, se les amenaza con represiones administrativas a las y los docentes “tras violar la ley federal del trabajo, el reglamento de ingreso, promoción y permanencia del personal académico y otras leyes de la universidad” con una recesión laboral.
Más de 4 meses sin respuesta, sin solución alguna, con represiones y amenazas, la vida administrativa y académica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas corre riesgo y da hincapié a un retroceso académico brutal en Chiapas.
