Sabidos estamos de la gran decisión que el partido blanquiazul ha emitido a los 4 vientos, en esta ocasión el CEN panista nos hizo saber que la paridad de género va y será una realidad para que 50% de las posibles direcciones de los Comités Estatales a lo largo del País estén reservadas para perfiles femeninos mientras que el otro 50% podrá ser contendido por los varones.
Pues la sorpresa no residió en la alabada noticia de la paridad sino que aún no se emite de manera oficial la convocatoria y en el PAN ya existe polémica; las mujeres panistas ya han dejado entrever sus intenciones y parece ser que se han creado 2 bloques opuestos, unas “a favor” y otras “en contra” de la afamada paridad de género; y es que la renovación de la dirigencia estatal panista está tan cerca que todas deberían estar en el mismo barco y cerrando filas, pero para sorpresa de muchos las intenciones de Ana Tere Aranda no convergen con las de sus compañeras albiazules; la panista de la vieja escuela ha protestado (bajita la mano) porque el próximo dirigente no sólo sea un hombre sino que sea su “gallo”, Marcos Castro.
Resulta que a estas alturas el partido sí o sí requiere consolidarse y definir alianzas y no será opción una cara que da la espalda a la lucha colectiva y a su propio género. Es momento de ser equitativos, generar confianza y crear las tablas necesarias por el bien del partido; dentro de las entrañas del mismo PAN suena fuerte el nombre de la líder y ex diputada Blanca Jiménez una mujer exenta de polémicas y abiertamente una mujer que siempre da espaldarazo a otras…
¿Cómo terminarán estos desencuentros? Muchos hablan que el tiempo de Genoveva Huerta podría estar muy cerca de terminarse y no alcanzar la deseada reelección.