EFE.- México afronta el 2022 con múltiples frentes abiertos, desde el reto de llegar a la cobertura del 100% en las dos dosis de la vacuna contra la Covid-19 a controlar una crisis migratoria que alcanza niveles sin precedentes o doblegar la inflación, superior al 7%.
México arrancó la vacunación el 24 de diciembre de 2020 antes que cualquier otro país latinoamericano, con la excepción de Puerto Rico, pero eso no se ha reflejado en su campaña para inocular a la población, que apenas llega al 56% en dosis completas, lejos de naciones como Uruguay, Chile, Ecuador o Cuba.
El avance de la variante Ómicron ha encendido todas las alarmas entre los virólogos, quienes piden que se avance en las inoculaciones de refuerzo, que apenas se iniciaron a inicios de diciembre entre los más de 12 millones de mayores de 60 años.
El año que está por concluir batió todos los récords en materia migratoria y así se vio reflejado en datos como el de solicitantes de asilo, que llegaron a 123 mil 187, además del de detenciones de migrantes, que hasta octubre superaron las 228 mil 115 personas. Se trata de cifras que no se habían visto en 15 años.
La continuación en Estados Unidos del polémico programa “Quédate en México“, que obliga a las personas que buscan refugio en ese país a permanecer en territorio mexicano mientras se resuelven sus casos, y la constante presencia de la Guardia Nacional en la frontera con Centroamérica continuarán marcando la agenda.
Por otra parte, también habrá seguimiento sobre el conflicto con el Instituto Nacional Electora (INE).
El choque entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el INE, el órgano autónomo encargado de organizar las elecciones, continuará durante 2022 a costa del referéndum revocatorio que impulsa el mandatario.
La revocación es un ejercicio de democracia directa en donde se le pregunta a la gente si quiere que el presidente continúe en el cargo o dimita, lo que ha sido una bandera de López Obrador, pero le ha generado un desencuentro con el instituto, que insiste en que no cuenta con dinero para realizarlo después de sufrir un recorte de 4 mil 900 millones de pesos en su presupuesto de 2022.
Otro tema que enfrenta el país para 2022, es el de la inflación. El crecimiento de preciosllegó a su punto más alto en 20 años durante 2021 al alcanzar el 7.3% anual en noviembre, este crecimiento, como ha sucedido en el resto del mundo, se debe a los cuellos de botella en las cadenas de suministro.
El alza en los precios de bienes y servicios ha rebasado por mucho el límite objetivo del banco central que lo situaba en 4%, por lo que el Banco de México ha respondido con incrementos en las tasas de interés de referencia, que actualmente se encuentra en 5.5%.
El sector turístico de México también busca presentar una mejora a partir del próximo año, enfocándose en sus ingresos.
Pese a que nunca se impusieron restricciones en las llegadas de turistas foráneos, 2020 y 2021 han significado un mazazo para las finanzas del país, que en condiciones normales suele acumular hasta un 8% del valor de su PIB en ingresos turísticos.
El gobierno espera que 2022 sea un año en el que se puedan volver a ver las cifras de 2019, una expectativa que coincide con la calificadora de valores norteamericana Moody’s, que ha informado que los próximos 12 meses se asemejarán a lo registrado antes de la pandemia.
Por último, México buscará recuperar el crecimiento del PIB y cumplir con la fecha de apertura del nuevo aeropuerto.
El PIB de México creció en un 5.4% durante 2021, siete décimas por debajo del 6.1% estimado inicialmente por el banco central, entre otros factores debido a la inflación, la salida de capitales al extranjero y la reducción de las inversiones por la incertidumbre que genera el gobierno de López Obrador.
El avance de la pandemia y la incertidumbre de las nuevas variantes son otros de los factores que afectan a este crecimiento, que se ha ralentizado en el último trimestre de este año, de acuerdo con Alejandro Díaz León, gobernador del Banco de México.
La construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, cuya apertura está prevista para marzo de 2022, presenta un avance del 50% y tendrá una inversión de 75 mil millones de pesos, tras recibir el espaldarazo del banco suizo Credit Suisse.
La movilidad será un reto importante para la nueva infraestructura: aún se trabaja en las vías que lo conectarán con el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, así como en los sistemas de transporte para llegar al nuevo aeródromo desde el centro de la ciudad.