El 18 de agosto de 2019, cuando Alejandro Moreno Cárdenas ganó la presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) prometió en su primer mensaje que promovería una reforma interna que “sume causas colectivas y reste ambiciones personales”.
Cinco años después, para las elecciones federales del 2024, Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano, su compañera de fórmula a la dirigencia nacional, eran los primeros en las listas plurinominales al Senado por el PRI; además, el dirigente con licencia temporal también fue el primer delegado que votó a favor de que haya reelección en el tricolor.
Aquel 18 de agosto de 2019 enfatizó que los cambios eran para que “las candidaturas se consigan con la gente y no, en los pasillos de las oficinas, que derrote a los profesionales de la simulación”.
Ese día, ya como presidente nacional del PRI repitió 16 veces la palabra “militancia“, que, a su consideración, era ignorada por la cúpula tricolor.
“Las decisiones las tomó una nomenclatura sin raíces ni compromiso con el partido, y las candidaturas las repartieron en quienes los tuvieron secuestrados”, dijo.
Ahora, tras ser acusado por Enrique Ochoa Reza de ser el secuestrador de ese partido, descalificó al expresidente del PRI, quien junto con otros dirigentes nacionales han impugnado los cambios a los estatutos del tricolor.
Ochoa Reza es señalado como parte de expriistas que “faltan el respeto a la militancia”, cuando el 7 de agosto de 2016 en su primer informe como gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, llenó de elogios al entonces presidente del PRI.
En el último lustro, con Moreno, el PRI ha perdido 11 gubernaturas, el número de legisladores se redujo a la mitad y por primera vez en la historia del tricolor, no presentaron candidato propio a la presidencia de la República.
Ahora, este lunes, Moreno Cárdenas se deslindó hasta del expresidente Enrique Peña Nieto con la frase repetida por la llamada Cuarta Transformación: “Eso se hizo en el pasado”.
“Todos saben que parte de esa mala imagen fue por lo que se hizo en el pasado, yo no fui culpable del ‘Pemexgate‘, de que digan que había priistas involucrados en el asesinato de Luis Donaldo Colosio, de lo que se hizo en el sexenio pasado, yo no fui culpable de eso”, respondió molesto a la pregunta de un reportero.
El 30 de noviembre de 2018, último día de gobierno de Peña Nieto, el entonces gobernador de Campeche, Alejandro Cárdenas, fue obsequioso con el expresidente priista.
“Señor presidente Enrique Peña Nieto: reconozco en usted a un gran mexicano, un hombre de firme convicción que durante su sexenio trabajó para las futuras generaciones con profesionalismo, liderazgo y un fuerte compromiso con México”, expresó.