Con 92 votos a favor, cuatro en contra y una abstención, el Pleno del Senado de la República designó a Loretta Ortiz Ahlf como nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Loretta Ortiz obtuvo el apoyo de más de las dos terceras partes de los miembros presentes en el Pleno, por lo que alcanzó la mayoría calificada para ocupar la vacante del ministro José Fernando Franco González Salas, con motivo de la conclusión de su cargo.
La presidenta de la Mesa Directiva, Olga Sánchez Cordero, dijo que hoy es un día histórico, ya que se eligió a la cuarta ministra de la SCJN, con lo que México gana en la lucha por la igualdad, porque la integración de los órganos del Estado “no tiene por qué olvidar al género femenino”.
“Me siento muy satisfecha de que la paridad que, desde los órganos legislativos y la lucha feminista hemos venido impulsando, va convirtiéndose en una realidad”, expresó la legisladora.
Dijo que la nueva integrante de la SCJN cuenta con los elementos suficientes para ejercer el cargo con independencia y autonomía, por lo que “me siento orgullosa de que una mujer, con las cualidades de la ministra, se integre al tribunal constitucional de nuestro país”, pues será fuente de inspiración para niñas y adolescentes.
Loretta Ortiz Ahlf es licenciada en Derecho por la Escuela Libre de Derecho y maestra en Derechos Humanos por la Universidad Iberoamericana. Además, es integrante del Consejo de la Judicatura Federal desde noviembre del 2019.
Fue integrante del grupo redactor de la Constitución de la Ciudad de México; diputada federal; consejera de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; así como consejera legal del Acuerdo de Cooperación Ambiental del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Además, se desenvolvió como directora jurídica del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; asesora de la Dirección General Adjunta del Banco de México; y asesora del Consultor Jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Previamente, en su comparecencia ante el Pleno del Senado, Loretta Ortiz Ahlf aseguró que una de sus prioridades será la promoción de una política de “tolerancia cero” a la corrupción, tráfico de influencias y nepotismo, en todos los niveles del Poder Judicial.
Es fundamental, dijo, fortalecerlo y optimizarlo, con miras a incrementar los niveles de confianza y cercanía con la sociedad mexicana, ya que una de las tareas más impostergables radica en consolidar su legitimidad, a través de la consolidación de una justicia eficiente, sólida, moderna y cercana a las personas.
“Me enorgullece y agradezco la oportunidad de contribuir al progreso del principio constitucional de paridad de género”, pues, aunque se han concretado avances significativos en la materia en la composición actual de la SCJN, las ministras tan sólo representan 27.2 por ciento, lo que sin duda constituye un pendiente en la inclusión directa de las mujeres en el Máximo Tribunal.
En la sesión de este martes, también comparecieron Bernardo Bátiz Vázquez y Eva Verónica de Gyvés Zárate, quienes también formaban parte de la terna.
Bátiz Vázquez dijo que es lógico que existan señalamientos por la imparcialidad de las personas propuestas, ya que es el Ejecutivo quien los elige. Subrayó que este proceso siempre se ha realizado de esa manera; sin embargo, se priorizan los méritos y las cualidades de las y los candidatos para ejercer el cargo.
En tanto, De Gyvés Zárate reconoció la importancia de garantizar la división de poderes entre la Suprema Corte y el poder Ejecutivo, así como la necesidad de asegurar la imparcialidad y oportunidad de los fallos de los tribunales.
En la votación que se realizó por cédula, Bernardo Bátiz obtuvo ocho votos a favor; y Eva Verónica de Gyvés, nueve; mientras que Loretta Ortiz alcanzó el respaldo de 92 senadoras y senadores, por lo que luego de su aprobación rindió la protesta de ley correspondiente ante la Mesa Directiva del Senado.