Al rendir ayer su sexto informe de resultados, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García presumió un “dirán lo que quieran, pero dimos resultados”, aunque 15 horas antes la inseguridad lo evidenció con el secuestro de dos empresarios en Poza Rica y en días previos con el secuestro de policías en Alvarado, descuartizados en Las Choapas, el hallazgo de cuerpos torturados en Jáltipan e Ixtaczoquitlán y la desaparición de, al menos, 14 mujeres desde julio pasado.
A ello se sumó el reclamo de la iniciativa privada y el líder de los evangélicos, Guillermo Trujillo, que coincidieron en que García Jiménez “nos ha fallado en seguridad con tantas desapariciones y cobros de piso”, además del desdén de la gobernadora virtual, Rocío Nahle García, y de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, quienes no asistieron y sólo enviaron a sus próximos colaboradores.
“La transformación que nos propusimos llevar a cabo dio sus primeros frutos en beneficio del pueblo”, destacó García Jiménez en el auditorio Benito Juárez del puerto de Veracruz, sede del equipo Halcones de baloncesto profesional, pero justo en ese momento —las 11:00 de la mañana— vecinos de la comunidad Las 20 Calles, perteneciente al municipio de Ixtaczoquitlán, reportaban el hallazgo de una persona sin vida, hincada en unos cañaverales y con el tiro de gracia.
Durante su informe, García Jiménez destacó que su compromiso fue gobernar con “un enfoque humanista que prioriza la atención a los más vulnerables”, pero, en contraste, Brenda Cerón Chagoya, titular de la Comisión de Búsqueda de Veracruz, aseguró que de julio a la fecha se ha registrado la desaparición de 14 mujeres, tan sólo en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
La funcionaria estatal aclaró que durante la administración del morenista Cuitláhuac García “se ha logrado un 70% de localización en la búsqueda de mujeres, niñas y adolescentes reportadas como desaparecidas”, no obstante, admitió que los reportes provocaron preocupación en la comunidad, principalmente por la difusión de audios falsos que han generado alarma.
García presumió una reducción de un 91% en secuestros, 51.9% en homicidios dolosos y 55% en feminicidios, con lo que “lograda la paz con justicia habrá mayor desarrollo económico y vendrán grandes inversiones”, pero 15 horas antes, el sábado a las 8:30 de la noche aproximadamente, Fernanda Torres reportó el secuestro de su esposo, el empresario Ricardo Mondragón, quien fue privado de su libertad junto con otro empresario de filiación panista identificado como Alfonso “M”, en la privada Juan Escutia de la colonia Tepeyac de Poza Rica, Veracruz.
El plagio de los reconocidos empresarios escandalizó a la sociedad pozarricense, que hasta este momento exige la libertad con vida de ambos y se une a la misma exigencia de los familiares del notario público Valente Marín, para quien piden al gobernador su liberación con vida, a casi cuatro días de su desaparición.
En su desglose, García trataba reclamar que “digan lo que digan nuestros adversarios y uno que otro incrédulo, ahí están las obras y los resultados”, pero la noche del sábado 17 de agosto también había otro resultado: los cuerpos sin vida con huellas de tortura de dos personas en un camino rural que comunica a las comunidades de Chalcomulco y Juan de la Barrera, ubicadas en Soconusco y Jáltipan, Veracruz. Ambos estaban dentro de una camioneta Dodge Durango en color blanco, con placas del estado de Tamaulipas.
Cuatro días antes, el martes 13 de agosto, elementos policiacos identificaron a Jorge Alberto García Martínez, alias “El Coqui”, de 28 años de edad, cuyo cuerpo fue hallado mutilado en la colonia Olmeca del municipio de Las Choapas sobre la parte posterior del campo de softbol Miguel Becerril Fernández.
El pasado 16 de agosto, la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz confirmó que dos de sus elementos fueron privados de la libertad en la comunidad de Antón Lizardo, ubicada en Alvarado. Pese a que la dependencia activó el código rojo, no dio más detalles al respecto; sin embargo, testigos aseguraron que los dos elementos fueron torturados y abandonados en el puerto de Veracruz.