AP.- La Fiscalía General de la República (FGR) comenzó a investigar el incidente ocurrido el domingo en Chiapas, en el que elementos de la Guardia Nacional dispararon contra una camioneta con 14 migrantes a bordo que evadió a un control. Dos migrantes murieron y otros tres resultaron heridos.
La Fiscalía de Chiapas, la primera en presentarse al lugar de los hechos, informó el martes en un comunicado que trasladaba la investigación a la Fiscalía General de la República, considerando que los elementos de la Guardia Nacional “son señalados como sujetos activos” del delito de homicidio calificado y por tanto la competencia del caso es federal.
Dos personas de áreas distintas y al tanto de la investigación, que habían pedido el anonimato por no estar autorizadas a hacer declaraciones, habían confirmado a AP el martes que un segundo migrante había fallecido. Sin embargo, ambas se retractaron horas después diciendo que esa persona seguía con vida, aunque en estado crítico.
La Guardia Nacional reconoció que la madruga del domingo elementos de su cuerpo dispararon a una camioneta con 14 migrantes a bordo por evadir un control. Según el comunicado divulgado el lunes, abrieron fuego cuando el vehículo había intentando embestirles y vieron en riesgo su integridad.
En la camioneta viajaban nacionales de Cuba y de Ghana, entre ellos dos menores. El fallecido y las personas heridas eran todos cubanos, confirmó una autoridad federal el lunes.
El conductor fue puesto a disposición de la fiscalía, los heridos trasladados al hospital y los supervivientes quedaron bajo custodia de las autoridades como presuntas víctimas de un delito de tráfico de personas. El cadáver del fallecido, un hombre cubano, fue localizado en la parte de atrás de la pick-up con lesiones de arma de fuego.
Según los datos de la fiscalía estatal, en la camioneta también había un arma larga y un cargador. La Guardia Nacional no hizo mención alguna a ese detalle en la explicación ofrecida el domingo. Tampoco mencionó haber visto a nadie armado en la camioneta ni haber recibido disparos. Sí afirmó que su personal, armamento y equipo estaba a total disposición de los investigadores.
Los migrantes que sobrevivieron, en sus declaraciones, indicaron que nadie del vehículo en el que viajaban estaba armado, dijo una de las personas conocedoras de la investigación. Sin embargo, fotos que están en la carpeta de las pesquisas muestran al migrante muerto, boca abajo con el arma larga bajo su cuerpo. Según un funcionario estatal que también pidió el anonimato por no estar autorizado a hacer declaraciones de una investigación en curso, el arma es de uso militar.
El incidente ocurrió en un área de ranchos ganaderos, bastante despoblada y muy cerca de la zona por la que estos días transita una caravana de migrantes, aunque los implicados en el letal evento no pertenecían al grupo de pocos miles que salió el 23 de octubre de Tapachula, casi en la frontera con Guatemala, y avanza poco a poco caminando hacia la Ciudad de México.
Según la explicación de la Guardia Nacional del lunes, tres vehículos evadieron un control de seguridad en la zona y los agentes salieron en su busca. En un camino de tierra, la Guardia se encontró de frente con una de las camionetas, que no atendió la orden de detenerse e “intentó embestir a los elementos”. Los agentes, al ver “en riesgo inminente su integridad, accionaron sus armas para detener el vehículo”, que se detuvo a 50 metros. Aunque tanto el chofer como los pasajeros intentaron escapar, no lo consiguieron.
Campesinos de la zona, dijeron a AP que en la madrugada del domingo escucharon el rechinar de los carros que huían de las autoridades, así como las sirenas de patrullas. Después comenzaron las detonaciones en forma de ráfagas. Todos pidieron no mencionar su nombre por miedo, ya que esa zona, es usada habitualmente por los traficantes de migrantes para evadir un control de las fuerzas de seguridad que hay cercano.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) también ha abierto una investigación sobre lo ocurrido.