EFE.- Estados Unidos reafirmó hoy su apoyo a Taiwán durante la reunión que mantuvieron este viernes tres exaltos cargos estadounidenses con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, a la que Pekín respondió con nuevas maniobras militares en la zona.
El exsenador estadounidense Chris Dodd, acompañado de los ex vicesecretarios de Estado James Steinberg y Richard Armitage, confirmó en su visita a Taipéi que el Gobierno de Joe Biden seguirá ayudando a la isla en diversos ámbitos, incluyendo “apoyo en sus inversiones en materia de autodefensa”.
“Estoy aquí a petición de mi viejo amigo el presidente (Joe) Biden. Su Administración se comportará como un amigo en el que Taiwán puede confiar”, aseveró Dodd pese a tratarse de una visita no oficial, tal y como la calificó la prensa local.
Además de ratificar el compromiso del país norteamericano con la isla, el exsenador señaló que Estados Unidos espera profundizar su cooperación en varios ámbitos como el comercial o en materias relacionadas con el cambio climático.
“Nuestra amistad es más fuerte que nunca. Mantenemos lazos económicos, un compromiso mutuo con los valores democráticos y una asociación importante en materia de seguridad”, afirmó.
Sus palabras reconfortaron a Tsai, quien destacó que se trata de “la primera vez que la Administración de Biden envía a una delegación a Taiwán desde que llegó al poder”.
“Dodd es un viejo amigo de Biden. Su visita y la de Steinberg y Armitage muestran el apoyo de Estados Unidos a Taiwán y la asociación cada vez más profunda entre ambas partes. Así pues, nuestras relaciones con Washington continúan adelante bajo el mandato de Biden”, destacó la presidenta taiwanesa.
Taiwán critica “las provocaciones de pekín”
Tsai reprobó las recientes incursiones de aviones chinos en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) taiwanesa así como las últimas maniobras militares de Pekín: “Suponen una amenaza a la paz. Taiwán está dispuesta a trabajar con Estados Unidos y otros países para salvaguardar la estabilidad en la región y disuadir provocaciones y maniobras arriesgadas”.
Estas nuevas maniobras militares, anunciadas ayer por Pekín, se realizarán entre las 08:00 y las 18:00 horas locales (00:00 y 10:00 hora GMT) cada día entre el 15 y el 20 de abril, inclusive, en el archipiélago de Nanpeng, perteneciente a la provincia suroriental china de Cantón y ubicado en el estrecho de Taiwán.
Pekín indicó anoche que prohíbe a cualquier embarcación la entrada en la zona afectada, en la que se realizarán pruebas con munición real.
El Gobierno chino asegura que todas estas medidas son “necesarias” porque conforman “simulacros de combate necesarios dadas las circunstancias” y tienen el objetivo de “salvaguardar la seguridad nacional”.
Taiwán es uno de los puntos clave de fricción entre Washington y Pekín, que ayer acusó a la Casa Blanca de “enviar señales completamente erróneas a las fuerzas independentistas de Taiwán”.
Nuevas pautas de interacción entre Washington y Taipéi
Entretanto, el exsenador Dodd alabó hoy en Taipéi las pautas que emitió la semana pasada el Departamento de Estado estadounidense con el objetivo de animar a sus funcionarios a “interactuar más libremente con sus homólogos taiwaneses”.
También recordó el papel que él mismo jugó en “la importante aprobación” en 1979 de la Ley estadounidense para las relaciones con Taiwán -de la que se cumplen ahora 42 años- después de que EU y la República Popular China establecieran relaciones diplomáticas.
Dicha ley autorizó los intercambios no oficiales estadounidenses con la isla, a la que ofreció también garantías de seguridad.
Por su parte, Armitage, que fue vicesecretario de Estado durante la Administración del republicano George W. Bush, aseguró durante la visita que Biden apoya a Taiwán “por la gran democracia que es” y “no porque Estados Unidos busque fastidiar a China”.
No obstante, las tensiones entre China y Estados Unidos aumentaron considerablemente durante el mandato del expresidente estadounidense Donald Trump, que dio prioridad al fortalecimiento de las relaciones con Taiwán, incluida la venta de armas, pese a que en 1979 Washington rompió sus relaciones con la isla en favor de la República Popular.
La prensa taiwanesa ha destacado que el equipo diplomático de Biden ha optado por un enfoque prudente con una visita que califican como “no oficial” en contraste con las que realizaron el año pasado funcionarios estadounidenses durante el mandato de Trump.
Taiwán se gobierna de manera autónoma desde 1949 -cuando los nacionalistas del Kuomintang se refugiaron en la isla, tras perder la guerra civil contra los comunistas-, aunque Pekín reclama la soberanía sobre ella y no ha descartado el uso de la fuerza para recuperarla.