Este martes 1 de octubre cambiará el gobierno estatal en Morelos, Tabasco y Yucatán. En los dos primeros, las administraciones de Morena han dejado una crisis de violencia e inseguridad nunca antes vista y que será heredada a los próximos mandatarios, también provenientes del partido oficial.
Cuauhtémoc Blanco, que ganó las elecciones de 2018 encabezando la coalición del PES-Morena-PT, colocó a Morelos en los primeros lugares de violencia a nivel nacional: primero en feminicidios y tercero en homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes. En su sexenio también hay un aumento en las extorsiones y en la opacidad gubernamental.
En Tabasco se registraron actos de violencia sin precedente, aunque tiene el mayor crecimiento económico en el país gracias a la construcción de la refinería de Dos Bocas. La entidad, que tuvo una administración compartida entre Adán Augusto López y Carlos Manuel Merino de 2018 a 2024, es el epicentro de los negocios de “El Clan”, la red de tráfico de influencias y negocios encabezada por Andy y Bobby López Beltrán, hijos de Andrés Manuel López Obrador.
En Yucatán deja de gobernar el PAN y comienza una nueva etapa con el morenista Joaquín Díaz Mena como gobernador. La violencia contra las mujeres y la represión en las protestas feministas han sido los principales motivos de crítica de la administración saliente de Mauricio Vila.