Ni la advertencia de que esta será una marcha “muy violenta”, ni las vallas o los cientos de policías o elementos de la Marina desplegados en torno a la ruta de la marcha del 8M han logrado inhibir la participación de jóvenes, mujeres y madres de víctimas que exigirán justicia.
Las asistentes han criticado las medidas extremas del gobierno federal y de la CDMX, quienes rodearon monumentos para garantizar su seguridad y tapiaron Palacio Nacional para que no le hagan daño a sus muros y puertas.
Silvia Vargas, activista y madre de María Fernanda Catalina, víctima de feminicidio desde el 2014 en el Estado de México y quien a la fecha no ha recibido justicia.
Previo a la marcha dijo que la falta de justicia es la que la mueve a marchar junto con otras mamás y reclamó estas medidas y pidió al Presidente que no les tenga miedo.
Por su parte, Fer, participante en esta marcha dijo que a pesar de las advertencias de violencia asistió para exigir Alto a las violencias, por miedo a convertirse en víctima y reclamó a las autoridades que esas mismas medidas para resguardar edificios no las apliquen en resguardar a las mujeres.
Con información de MVS Noticias