El gobierno de México reconoce que al menos dos renombrados sitios arqueológicos mayas se han vuelto inaccesibles para los visitantes debido a la violencia de los cárteles y las disputas por tierras.
Dos guías turísticos en el estado sureño de Chiapas, fronterizo con Guatemala, dicen que a otros dos sitios, que según el gobierno siguen accesibles para el turismo, solo se puede llegar pasando por retenes de las pandillas de ‘narcos’.
La explosión de la violencia narco en Chiapas desde el año pasado ha vuelto a las ruinas de Yaxchilán completamente inaccesibles, reconoció el gobierno el viernes.
Los guías —que hablaron bajo la condición de anonimato porque su trabajo está en la zona— dijeron que es frecuente ver a hombres armados y retenes en el camino al sitio de Bonampak, célebre por sus murales.
Dicen que para llegar a otro sitio arqueológico, Lagartero, los viajeros deben entregar sus documentos de identidad y teléfonos celulares.
Y las autoridades reconocen que los turistas no pueden llegar a las imponentes pirámides de Toniná, porque un terrateniente ha cerrado su propiedad para exigir que el gobierno pague el derecho de paso.
En días pasados, la periodista, Adela Micha, en su editorial, critica fuertemente al Gobierno de Chiapas encabezado por Rutilio Escandón Cadenas, al señalar que se dejó aplastar por el crimen organizado ante la imparable violencia que vive Chiapas.
“Llegó al poder para convertirse en un espectador del horror. Para ver en silencio cómo su estado es devorado hasta la médula por el crimen organizado. Porque en Chiapas los habitantes solo importan cuando hay elecciones. Rutilio Escandón ya ni siquiera finge ser gobernador. El cinismo de su postura es siniestro”, declaró la periodista.
Durante su editorial, afirmó que Rutilio Escandón dobló las manos, entregó Chiapas y se dejó aplastar por las bandas que generan la guerra y agregó que el gobernador sigue viviendo del erario por no hacer nada
El estado de Chiapas, vive los peores momentos de inseguridad de las últimas décadas, tras la disputa interminable entre los cárteles de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación, donde mantienen una confrontación por el tráfico de migrantes, de drogas, por las extorsiones e incluso se pelean por la extracción de recursos minerales. El 15 de enero en los límites de Chicomuselo y Socoltenango se registró un enfrentamiento armado que duró más de siete horas y según las denuncias de los pobladores hubo más de 30 fallecidos.
Adela Micha concluye su opinión con la frase más, según la sociedad chiapaneca, realista y fuerte: “Rutilio Escandón no tiene dignidad para hablarle a sus gobernados”.
