EN LA MIRA
Hector Estrada
Si todavía quedaban dudas sobre el distanciamiento político entre el ex gobernador chiapaneco Manuel Velasco Coello y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el mensaje público de este último en Tapachula el pasado fin de semana resultó bastante claro. Y es que, después de cinco años de un “romance a conveniencia”, este domingo el discurso de Obrador volvió a ser duro y crítico contra el pasado verde en Chiapas.
Durante su participación en la ceremonia de inauguración del Hospital General de Zona del IMSS en la frontera sur, el mandatario mexicano no titubeó en acusar los intereses políticos detrás de los líderes de la CNTE-Chiapas y sus relaciones de complicidad con el pasado gobierno estatal (de Velasco Coello). Insinuando, incluso, que bien podrían estar detrás de algunos actos de presión o sabotaje contra el actual gobierno.
Los dichos de López Obrador se dan casi cinco años después del cambio radical en su discurso público sobre el entonces gobierno del Partido Verde Ecologista en Chiapas. Cómo olvidar el tuit del propio Obrador de 2015 en el que acusó de manera directa a Manuel Velasco de haber cometido “un monstruoso fraude” en las elecciones intermedias.
“El 7 de junio, el gobernador de Chiapas del Partido PRI-VERDE, cometió un monstruoso fraude: compró miles de votos con dinero del erario”, escribió el 25 de junio de ese año el ahora presidente de la República tras uno de los fraudes electorales más escandalosos documentados en la historia de la entidad. Se mantuvo en ese tono hasta 2017, un año previo a las elecciones presidenciales, cuando el romance comenzó, con muestras de respaldo mutuo que se hicieron más constantes con el paso de los años.
Para nadie es un secreto que en Chiapas hubo un pacto político con Obrador y su partido (Morena) durante el proceso electoral 2017-2018, que las negociaciones terminaron entregando muchas de las candidaturas importantes a ex funcionarios del “gobierno verde” en la entidad y que parte de los acuerdos también garantizaron la inmunidad temporal para Velasco durante el desarrollo de la 4T. Pero la relación siempre mostró serias debilidades de lealtad y costo político.
Manuel Velasco pensó que el apoyo de su gobierno (con recursos públicos) a la causa obradorista en 2018 y la recomendación de su abuelo le alcanzaría para negociar muchos más espacios y cuotas de poder durante el sexenio morenista. Pero sus antecedentes de corrupción desproporcionada y el lastre en que se volvió rápidamente para Obrador le limitaron sus posibilidades de exigencia. Su garantía de inmunidad fue más que suficiente para el presidente de la república.
Por eso la relación se volvió tensa, incomoda e insostenible para ambos. Entre “estires y aflojes” el delgado hilo terminó por romperse el año pasado, en medio de plena pandemia por Covid-19, cuando el periodista Carlos Loret de Mola reveló los videos en que el ex asesor del gobierno de Velasco, David León entregaba dinero al hermano del presidente, Pío López Obrador. Los videos no sólo expusieron el posible desvió de recursos del gobierno de Chiapas a la campaña de Obrador, sino la evidente traición premeditada de Manuel Velasco.
Y es que, resulta indiscutible que ambos videos fueron orquestados en ese entonces por el asesor y operador político de Velasco (David León) para poner “un cuatro” al hermano de Andrés Manuel y tener evidencias de lo ocurrido ¿a fin de chantajear, negociar o extorsionar en caso de fuera necesario? Sería demasiado inocente creer que se trató de una decisión unilateral, sin la venia de su jefe, el entonces gobernador verde.
Resulta claro que Manuel Velasco no confiaba totalmente en los acuerdos con Obrador para garantizarle impunidad y estaba listo para traicionarlo si las condiciones lo requerían. Y así parece haber sucedido durante los últimos meses. No fue gratuita la investigación filtrada contra Velasco por el supuesto desvío de 500 millones de pesos, mediante empresas fantasma, y la respuesta inmediata de éste con también la “filtración” del segundo video en que se evidencia a otro hermano de Obrador recibiendo dinero del mismo David León, el pasado mes de junio.
Por eso lo relevante de los dichos del presidente de república en Chiapas. Porque pasa de las especulaciones a las declaraciones públicas un distanciamiento político ya bastante evidenciado. Y es que, si bien Obrador siempre ha estado consciente del legado de corrupción que Velasco carga acuestas, ahora resulta claro que ha perdido la confianza absoluta en el ex gobernador chiapaneco, y eso no sólo podría definir pronto el futuro del ahora senador verde, sino también del relevo sexenal para el 2024… así las cosas.
EN LA MIRA
Hector Estrada | @HectorEstradamx