EFE.- Al menos seis personas murieron este domingo en Birmania tras un enfrentamiento que incluyó un tiroteo de las fuerzas de seguridad en una nueva jornada de protestas en rechazo del golpe de Estado, informaron medios locales.
Las muertes se produjeron como consecuencia de la brutal repuesta de policías y soldadosque utilizaron granadas y municiones contra los manifestantes en varias ciudades del país.
Miles de personas volvieron a salir a las calles en protesta contra la junta militar después de que los activistas convocaran una nueva jornada de huelga general, que fue acompañada por manifestaciones en Reino Unido, Italia y Taiwán.
La del domingo ha sido la jornada más sangrienta desde que el pasado 24 de abril el jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, participara en una reunión en Yakarta con los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en la que el general golpista se comprometió a un cese de la violencia contra civiles.
A pesar del compromiso frente a los mandatarios regionales, Min Aung Hlaing se retractó días después y señaló que priorizará “mantener la ley y el orden” y “la estabilidad” antes de “considerar” el cese de hostilidades.
Tres personas fallecieron por disparos de las fuerzas de seguridad mientras se preparaban para manifestarse en la ciudad de Wetlet, en la región de Sagaing (Norte).
“Las tropas empezaron a disparar a los manifestantes alrededor de las 8:30 horas cuando se preparaban para una protesta. Al principio dispararon balas de goma, pero como la gente no se dispersó, empezaron a disparar balas reales”, señaló un testigo al portal Myanmar Now.
En la ciudad de Hpakant, en el estado de Kachin, un manifestante murió de un tiro en la cabeza y otros 20 resultaron heridos cuando las fuerzas de seguridad dispersaban a los participantes con granadas y disparos.
Las autoridades abrieron fuego también contra protestas en las ciudades de Hsipaw y Nawnghkio, en el nororiental estado Shan, y dos personas murieron, uno de ellos, un joven de unos 20 años, tras recibir un disparo en la cabeza.
Al menos 765 personas han perdido la vida desde el levantamiento del 1 de febrero que acabó con el gobierno democrático por la brutal represión de las fuerzas de seguridad contra el movimiento de oposición a la junta militar, según cifras registradas hasta hoy por la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) en Birmania.
AAPP también informa que la junta militar mantiene detenidas a 3 mil 550 personas, incluida la derrocada líder Aung San Suu Kyi, y ha emitido ordenes de arresto contra otras mil 396 por formar parte del movimiento de desobediencia civil.
El ejército birmano justifica el golpe por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, con el aval de los observadores internacionales.