EFE.- Las fuerzas de seguridad birmanas dispararon contra manifestantes y dejaron al menos a diez muertos, incluidos dos menores, en las protestas pacíficas contra la junta militar en Birmania (Myanmar) de este miércoles.
La represión más violenta tuvo lugar en la localidad de Monywa, donde al menos cinco manifestantes fallecieron, incluido un joven de 17 años, mientras que otros dos murieron enMandalay, uno en Myingyan, otro en Salin y uno más en Rangún, la mayor ciudad del país, según los testimonios de testigos a Efe y medios locales.
El otro menor muerto es un adolescente que falleció al recibir un disparo en la cabeza enMyingyan, según indicaron a Efe los equipos de emergencia.
Valentía frente a la represión
A pesar de la represión con munición real, gases lacrimógenos, cañones de agua, balas de goma y hasta tirachinas, los birmanos llevan semanas desafiando a los uniformados en las calles para pedir el retorno de la democracia y la liberación de sus líderes electos, incluida la Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
“Odiamos a la junta desde lo más profundo de nuestro corazón. Sólo hoy, más de 10 jóvenes han muerto. Estaban protestando de manera pacífica sin armas, pero la junta militar y las fuerzas policiales intentan sacarnos de la calle como sea”, dijo a Efe Thame, un estudiante de medicina que participa casi a diario en las protestas.
“Nos intimidan e incluso nos disparan. Los odio (…) Nuestro futuro está muriendo, si no hacemos nada por ello vamos a perder nuestro futuro. Ese pensamiento me da más miedo que morir. Eso es por lo que salimos a la calle”, añadió el universitario de 23 años.
Más de una treintena de manifestantes han fallecido desde el golpe militar del pasado 1 de febrero debido a los disparos de la policía y los soldados, incluidos 20 muertos en las protestas del pasado domingo, el día más sangriento.
Además de munición real, las autoridades birmanas volvieron a reprimir hoy las protestascon gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras frente a manifestantesataviados, muchos de ellos con cascos de plástico y escudos rudimentarios.
Los manifestantes exigen al Ejército, que gobernó el país con puño de hierro de manera ininterrumpida entre 1962 y 2011, que reconozca los resultados de las elecciones del pasado noviembre, en las que arrasó la Liga Nacional para la Democracia (LND) de Suu Kyi.