El discurso de odio y polarización desde Palacio Nacional ha desatado desde el 2018 una ola de violencia contra el quehacer periodístico, agregado, la inhábil respuesta del gobierno con este sector. Debido a la cantidad de periodistas asesinados en México durante el último año, la organización Reporteros Sin Fronteras catalogó al país como “el más mortífero del mundo” en el marco del día internacional de la libertad de prensa.
De acuerdo con sus indicadores de seguridad para periodistas, México se ubica en el lugar 179 de 180 en la clasificación mundial. Algunos factores importantes que destaca la organización para que el país tenga esa posición es la retórica “tan violenta como estigmatizante contra los periodistas, a los que acusan regularmente de promover a la oposición” de parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, así como otros funcionarios del Gobierno.
Reporteros Sin Fronteras asegura que el hecho de que México sea uno de los países con mayor concentración mediática del mundo hace complicado que medios emergentes obtengan un espacio, esto ha dado paso al periodismo independiente, gremio que ha tenido casos de periodistas asesinados recientemente.
La organización Human Rights Watch también considera que la narrativa violenta que sufren los periodistas en México atenta contra la libertad de prensa.
La matanza de periodistas no da tregua en México. Apenas cuatro días después del asesinato del reportero Luis Enrique Ramírez, en Culiacán (Sinaloa), la directora del semanario El Veraz, Yesenia Mollinedo, y la camarógrafa Johana García han sido acribilladas este lunes en Veracruz, cuando estaban estacionadas frente a una tienda de abastecimiento. Con ellas, son ya 11 los reporteros asesinados en lo que va de año en el país, que se ha convertido en el más peligroso del mundo para la prensa.
Reporteros Sin Fronteras también acusa que el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha emprendido ninguna medida para detener la violencia y la impunidad contra periodistas en México.